Piensas que eres demasiado

Ahora vete a la esquina y reflexiona acerca de lo que hiciste.
La historia empieza cuando hacía calor y era verano. Yo lo tenía todo, lo tenía justo a él donde lo quería.
Ella llegó, lo atrapó... Me lo quitó antes de que puedas decir sabotaje.
Nunca lo vi venir, ni lo sospeché. Subestimé con quien estaba tratando, ella tenía que saber que el dolor latía en mi como un tambor. Ella subestimó a quién se lo estaba robando.
Ella no es una santa, no es lo que tú piensas. ES UNA ACTRIZ. Pero es mejor conocida por las cosas que hace en el colchón.

Pronto va a descubrir que robarle los juguetes a las otras niñas del patio no te dará muchas amigas. Ella debería tener en cuenta, que no hay nada que yo haga mejor la venganza.
Vive su vida como si fuera una fiesta con ella en la lista de invitados. Me mira como si yo fuera una moda y ella está tan por encima de eso...
Creo que su ceño es un poco preocupante y ella piensa que soy una psicópata porque me gusta rimar su nombre con cosas.
Pero tener clase no es lo que usas o a quién conoces o empujando a la gente para llegar a donde quieras ir. Bueno, es que eso no te lo enseñan en secundaria. Pero los vestidos de época no te dan dignidad.
Quizás lo tengas a él pero no has escuchado que yo siempre tengo la última palabra.
¿Todavía sientes que sabes lo que estás haciendo? Porque no creo que lo hagas...
Escuchemos los aplausos, demuéstrame lo tan buena que eres, ¿tú eres mucho mejor, verdad? Así que mereces algunos aplausos...